lunes, 25 de octubre de 2010

La irracionalidad de los racionales

El fútbol, como se sabe, es un fiel reflejo de la sociedad y domingo tras domingo padece los problemas típicos de la Argentina: inseguridad, políticos inútiles y manejos turbios.

En el 2002 se creó el CoProSeDE, un organismo que intenta prevenir los hechos de violencia en los espectáculos deportivos y controlar el estado, condiciones de uso y funcionamiento de instalaciones. Sin embargo sus decisiones están el ojo de la tormenta, ya que no fueron las propicias para los eventuales conflictos y van terminando con el folklore del fútbol. Enumero: prohibir las entradas a los hinchas visitantes desde la D hasta la B Nacional, incluido Argentino A, B, C. En los equipos de la primera no se permiten más de 5.000 ticket a los visitantes; en el clásico platanese, el equipo que no es local no podrá contar con su parcialidad; en el partido entre Huracán y San Lorenzo no se autorizó llevar banderas.

En los torneos inferiores no se permite el ingreso a los visitantes, no obstante “algunos” entran, y esos, son los barra bravas y los dirigentes. La medida se determinó luego del partido entre Tigre y Nueva Chicago, donde las hinchadas de ambos equipos tuvieron un enfrentamiento y se cobró 14 heridos y 1 muerte. El CoProSeDe determinó prohibir el ingreso de la parcialidad visitante, metiendo en la misma bolsa a más de 100 equipos. Inclusive, Tigre no le afectó la medida porque ascendió a la Primera.

En el clásico barrial no se aceptó llevar banderas, suponiendo que el problema entre ambos viene de que Huracán le había robado una bandera al ciclón por el inicio de los 2000. El CoProSeDe debe comprender que la razón de los conflictos se origina en 1997, cuando la barra brava de Boedo asesinó a Ulises Fernández, el simpatizante del globo. Asimismo, previo al partido hubo 2 heridos de bala y la institución no se hizo cargo. Además ambas parcialidades no cumplieron con la medida y colgaron banderas.

En Independiente, la barra brava se hace cargo del operativo de entrada y salida de las hinchadas en los partidos. Ayer el organismo criticó severamente la actitud de los simpatizantes de Independiente por tirar bolas de fraile y paragüitas a la cancha en alusión a los bolivianos y paraguayos. José Beraldi entendió que eso es del “folklore del fútbol”, mientras que la entidad lo clasificó de una actitud aberrante y xenófobica, pero no hizo mención a que admiten que las barras se hagan cargo de los accesos al Libertadores de América. La barra está en permanente contacto con la dirigencia, con el sindicalista Moyano, con la A.F.A y el gobierno; de hecho, le pagó el viaje a Sudáfrica 2010. Tampoco habló de que la policía utilizó balas de gomas para controlar la ÚNICA salida que tiene la platea sur de Independiente. Deciden clausurar la cancha de All Boys, de Gimnasia, por no estar en condiciones, pero no la del rojo que le falta terminar toda la platea sur y tiene una única salida.

Se están tomando leyes en contra del fútbol que no cambian nada y siguen generado malestar en el futbolero. De a poco van cortando la mística con el propósito de encontrar la paz, pero… ¿se puede cambiar sólo el fútbol?
La respuesta es NO. Para que empiece a modificar las cosas debería haber un cambio en el gobierno, en la sociedad, en la gente. El cambio tiene que venir desde las bases, es decir, desde lo más profundo hasta lo más superficial. Se debe atacar las raíces de los problemas. Tiene que ser radical y rápido porque de a poco se va cortando el folklore y cada vez es más peligroso ir a la cancha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario