Para cortar un poco con la monotonía del Mundial decidí hablar de otra cosa: Leandro Grimi.
Para muchos un desconocido, para otros un conocido. No más de eso.
Hoy mientras veía Estudio Fútbol (en este mes Sudáfrica 2010) decidí hojear el diario. Una lectura general a todas las noticias, y una particular al deportivo. Fue tan profunda que en un breve percibí que hablaban de un posible traspaso del lateral izquierdo del Sporting de Lisboa.
Nuestro amigo comenzó jugando en Huracán en el 2002. Luego de un par de temporadas en el equipo de Parque Patricios dio su salto a Primera jugando para Racing Club. Allí permaneció una temporada, por cierto, alternaba entre titular y suplente. Mientras que lo hacía de titular recibía duras críticas, pero esto no fue un inconveniente para que el Milan se haga cargo de sus derechos.
Así fue como en el 2007 formó parte del club dirigido, nada más y nada menos, que por Carlo Ancceloti. Alguno de sus compañeros fueron: Kaka, Ronaldo, Dida, Cafu, Maldini, entre otros (si sigo me voy a poner mal).
Luego hizo un par de temporadas en el Siena y finalmente pasó a Sporting en el 2008; aparentemente encontró su equipo. Encontró una regularidad que ni en Racing puedo tener.
Hoy en día es pretendido por el equipo ítalo argentino Catania y por el descendido Udinese.
¿Cómo puede ser que un jugador como Grimi llegue al Milan? Básicamente poder ser tanto siendo tan poco, se debe a una palabra que hoy en día está muy cuestionada: REPRESENTANTE.
Su representante es Marcelo Simonián, dueño de cantidades de jugadores como Javier Pastore, Ezequiel Muñoz (pasó a la Florentina lesionado de la rodilla y con 2 partidos en Boca) Dátolo, Barrientos, Romagnoli, entre otros.
Muchas veces cuestionamos su función; los tratamos de ventajeros, traidores, entre otras cosas, pero sin duda Leandro Grimi tendría que estar muy agradecido a él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario